La inestabilidad cervical es una condición caracterizada por la capacidad reducida de las vértebras cervicales para mantener su alineación correcta, especialmente bajo esfuerzo durante los movimientos del cuello. Esta inestabilidad puede provocar un movimiento excesivo de las vértebras, causando dolor, malestar y en casos graves, puede comprometer la funcionalidad de los nervios o de la médula espinal.
La inestabilidad de la columna cervical y en particular la inestabilidad atlanto-occipital y atlanto-axial, puede derivar de múltiples eventos, incluidos traumas físicos como latigazos cervicales o lesiones deportivas, procesos degenerativos relacionados con la edad, enfermedades reumáticas, intervenciones quirúrgicas en el cuello o condiciones congénitas que afectan la estructura y función de las vértebras cervicales. Los síntomas pueden variar de leves a graves e incluyen dolor de cuello, rigidez, limitación del movimiento, dolores de cabeza, vértigos, ruidos de crepitación durante el movimiento del cuello, y en algunos casos, síntomas neurológicos como hormigueos, debilidad o alteraciones de la sensibilidad en los brazos o en las piernas.
El diagnóstico de inestabilidad cervical requiere una evaluación exhaustiva que puede incluir un examen físico y técnicas de imagen como la radiografía, la resonancia magnética o la tomografía computarizada. Estos exámenes permiten evaluar la alineación de las vértebras, la integridad de los ligamentos y los discos intervertebrales, y la presencia de posibles anomalías o lesiones.
Para obtener un diagnóstico preciso de la inestabilidad cervical, es crucial adquirir imágenes dinámicas, es decir, realizar tomas múltiples mientras la cabeza está posicionada en varias angulaciones. Este enfoque es esencial, ya que las imágenes estáticas podrían no solo ser de utilidad limitada, sino también potencialmente engañosas, arriesgando no revelar la verdadera inestabilidad. Además, es importante reconocer que muchos radiólogos podrían no tener la experiencia o la formación específica requerida para identificar adecuadamente la inestabilidad de la columna cervical, subrayando la necesidad de una atención especializada en esta área.
Tras un accidente con latigazo cervical que ha causado el estiramiento de la cápsula articular y/o de los ligamentos, la articulación puede presentar una laxitud excesiva, es decir, las vértebras implicadas pueden moverse más de lo normal una respecto a la otra o el Atlas respecto al occipital, haciendo que la articulación sea inestable durante el movimiento. Esta circunstancia provoca compresiones anómalas variables de las estructuras adyacentes. También los alineamientos cervicales inapropiados, mantenidos durante mucho tiempo, pueden inducir una adaptación y elongación de los ligamentos y las cápsulas articulares.
En el siguiente video puedes ver en el minuto 2:10 cómo durante la flexión lateral de la cabeza, el proceso espinoso de C2 rota de manera anómala, mientras el Atlas tiende a deslizarse lateralmente, evidenciando una significativa inestabilidad de la articulación.
Está ampliamente reconocido que el fortalecimiento muscular contribuye a incrementar la estabilidad articular. Sin embargo, en situaciones donde los tejidos responsables de mantener la integridad articular, como los ligamentos y cápsulas, no proporcionan un soporte adecuado, el ejercicio físico podría ejercer una presión indebida sobre las articulaciones afectadas, agravando aún más la condición. Por lo tanto, en caso de duda, es crucial investigar a fondo si hay articulaciones inestables debido a ligamentos desgarrados o demasiado laxos antes de comenzar con los ejercicios.
Desafortunadamente, muchos radiólogos no están adecuadamente capacitados para identificar con precisión la inestabilidad cervical, lo que requiere el análisis de imágenes dinámicas o, alternativamente, de múltiples imágenes estáticas obtenidas con la cabeza en diferentes posiciones, ya sea mediante radiografía o resonancia magnética. Como se mencionó anteriormente, la inestabilidad articular a menudo no es identificable mediante imágenes estáticas individuales. Si alguien, basándose exclusivamente en una imagen adquirida en una única posición de la cabeza, diagnosticara una inestabilidad cervical o peor aún, la descartara, es fundamental reconocer que esto indica una falta de competencia.
El término "Proloterapia" proviene de "proliferation therapy" (terapia de proliferación), acuñado en los años cincuenta por el Dr. George Hackett, un cirujano ortopédico estadounidense.
La proloterapia implica la inyección de una solución irritante, como la dextrosa, directamente en el área lesionada con el fin de estimular el proceso natural de auto-curación de los tejidos.
La dextrosa desencadena una respuesta inflamatoria local que induce una reacción de auto-reparación con la formación de nuevo tejido conectivo en el sitio de la inyección. Este proceso contribuye a fortalecer los tejidos dañados, restaurando la estabilidad de la articulación y aumentando la resistencia a la tracción de las estructuras estabilizadoras de la articulación, como ligamentos, tendones y cápsulas articulares.
La proloterapia se considera un método efectivo, generalmente seguro y sin efectos secundarios, que en muchos casos puede evitar la necesidad de cirugía. Si sufres de laxitud ligamentosa general no atribuible a un accidente, entonces la proloterapia podría ser menos efectiva, ya que el cuerpo produce poco colágeno y al inducir una inflamación del tejido, la producción de nuevo tejido elástico podría ser limitada.
El colágeno es un componente esencial para la fuerza y la elasticidad de los tejidos conectivos, y su producción adecuada es crucial para la reparación y el fortalecimiento de los ligamentos. Para aumentar la producción de colágeno, una correcta ingesta de nutrientes es fundamental, y la vitamina C juega un papel clave en este proceso. La Vitamina C no solo es un poderoso antioxidante, sino que también es esencial para la síntesis de colágeno. Por esta razón, para aquellos que se someten a la proloterapia o desean mejorar la salud de sus tejidos conectivos, puede ser útil informarse sobre los beneficios de la vitamina C y cómo aumentar su ingesta a través de la dieta o suplementos.
La proloterapia, aunque es un tratamiento menos conocido en comparación con otras intervenciones médicas como la cirugía o el uso de medicamentos, ha ganado atención por su eficacia en el tratamiento de ciertas condiciones musculoesqueléticas, especialmente aquellas relacionadas con la laxitud de los ligamentos. Su simplicidad y costo relativamente bajo pueden hacerla menos visible en el panorama de opciones terapéuticas más tradicionalmente promovidas, que a menudo implican mayores ganancias económicas para el sector sanitario.
El uso de la ecografía en la proloterapia ofrece una ventaja significativa, permitiendo localizar con precisión el área de tratamiento. Este método de imagen no invasivo ayuda a identificar el punto exacto para la inyección de la solución, aumentando la eficacia del tratamiento mientras reduce los riesgos asociados con inyecciones imprecisas. En la ejecución de la proloterapia en vértebras específicas como el Atlas y el Axis, la precisión es crucial dada la complejidad y sensibilidad del área cervical.
A continuación, un video sobre cómo se realiza la Proloterapia en C1:
El Procedimiento PICL (Percutaneous Implantation of Cervical Ligaments, o Implante Percutáneo de Ligamentos Cervicales) representa una avanzada técnica quirúrgica mínimamente invasiva enfocada en la reparación de ligamentos dañados en la región cervical, especialmente aquellos que estabilizan la articulación entre el hueso occipital (C0), el Atlas (C1) y el Axis (C2). Este procedimiento se distingue por su enfoque transoral, que permite acceder y tratar directamente los ligamentos lesionados sin la necesidad de recurrir a fijadores externos, los cuales pueden limitar significativamente la movilidad de la cabeza.
La técnica PICL ofrece varias ventajas sobre los métodos tradicionales de estabilización cervical, que a menudo implican el uso de dispositivos externos voluminosos y pueden conllevar un largo período de recuperación, además de limitar la amplitud de movimiento del cuello. Con PICL, la recuperación tiende a ser más rápida y menos dolorosa, y se busca preservar o incluso mejorar la movilidad de la articulación cervical.
Gracias a su naturaleza mínimamente invasiva, PICL reduce el riesgo de infecciones y otras complicaciones postoperatorias asociadas a cirugías más invasivas. Sin embargo, es importante que este procedimiento sea realizado por cirujanos expertos en técnicas mínimamente invasivas y en la gestión de patologías de la columna cervical, ya que la región cervical es compleja y requiere una precisión quirúrgica extrema para evitar daños a los nervios u otras estructuras vitales.
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Una columna vertebral sana presenta tres curvas que le proporcionan resistencia y flexibilidad. Las alteraciones en estas curvas, ya sea por una reducción o un exceso de acentuación, pueden desencadenar varios trastornos, afectando negativamente a todo el organismo. En particular, la lordosis cervical es la curvatura situada en la parte superior de la columna vertebral.
En el campo de la salud, muchos se centran exclusivamente en aliviar el dolor; sin embargo, es importante recordar que el dolor es solo una señal de un mal funcionamiento más profundo. Tratar únicamente el dolor es como cubrir con una tirita una herida profunda que sangra abundantemente, alimentando la ilusión de que el problema se ha resuelto. En realidad, es esencial investigar y resolver las causas subyacentes para garantizar una solución duradera.
Queremos que tomes conciencia de algo completamente diferente: cómo resolver el problema desde la raíz, restaurando una curvatura cervical sana y fisiológicamente correcta. Esto no solo es fundamental para el correcto funcionamiento de la columna vertebral, sino que, como consecuencia natural, también llevará a la desaparición del dolor.
La rectificación de la columna cervical, también conocida como pérdida de la lordosis cervical o verticalización cervical, describe una condición en la que el cuello adopta una postura excesivamente recta en comparación con su curvatura ideal.
La rectificación de la columna cervical y la desalineación de la vértebra Atlas están estrechamente relacionadas. Mientras que en otras secciones del sitio se exploran las causas y efectos de la desalineación del Atlas en la postura, en esta página nos enfocamos en las consecuencias de tener un cuello demasiado recto o que incluso invierte su curvatura fisiológica y cómo resolver este problema.
Un Atlas desalineado puede ejercer una presión anormal en los nervios y vasos sanguíneos en la región donde la vértebra está rotada. Si el Atlas está demasiado adelantado en ambos lados, las vértebras subyacentes tienden a seguir la primera vértebra, provocando la rectificación de la columna cervical. Esta condición tiene repercusiones peores que las inducidas por la rotación del Atlas. Los dos desplazamientos pueden superponerse, es decir, el Atlas puede estar no solo desplazado hacia adelante respecto a su posición fisiológica ideal, sino también rotado sobre su eje y/o desplazado lateralmente.
La relación entre la posición del Atlas y la curvatura del cuello es bidireccional: si el cuello se vuelve excesivamente recto como respuesta a desequilibrios subyacentes, esto provocará un desplazamiento hacia adelante de la primera vértebra; del mismo modo, si el Atlas se encuentra adelantado, esto influirá en la conformación del cuello, haciéndolo más recto. Estos dos problemas se desarrollan en conjunto y tienden a presentarse juntos. En otras palabras, una alteración en la posición del Atlas a menudo coincide con un cambio en la curvatura natural del cuello, y viceversa. Esta interdependencia subraya la importancia de considerar tanto la posición del Atlas como la conformación general del cuello en el enfoque.
Esta condición puede llevar a la compresión bilateral de la vena yugular, reduciendo drásticamente el flujo venoso. Como el flujo venoso es también la vía de drenaje del líquido cefalorraquídeo, se desencadena una reacción negativa en múltiples frentes, incluido el neurológico.
El líquido cefalorraquídeo circula alrededor del cerebro y la médula espinal, cumpliendo funciones vitales como la protección mecánica y la eliminación de productos metabólicos de desecho. Por tanto, cualquier impedimento en el flujo normal puede llevar a un aumento de la presión intracraneal y a una menor eliminación de toxinas, con posibles impactos negativos en el funcionamiento del sistema nervioso central.
No debemos sorprendernos si sufrimos dolores de cabeza, migrañas, vértigos y muchos otros trastornos si impedimos que la sangre fluya libremente fuera de la cavidad craneal y elimine eficazmente los productos de desecho.
Aun así, la medicina habla de enfermedades neurológicas incurables en lugar de tener en cuenta que el cerebro, con el tiempo, se convierte en un basurero. Si comparamos el cuerpo humano con un acuario, la medicina pretende administrar productos químicos a los peces mientras continúan nadando en sus propios desechos, en lugar de optar por la solución más simple y lógica: cambiar el agua del acuario.
Para comprender plenamente el problema, es esencial entender la diferencia entre una condición momentánea y una permanente. Una condición que persiste CONSTANTEMENTE tiene un impacto significativamente diferente al de un evento que ocurre de forma TRANSITORIA.
Cuando se flexiona el cuello, los músculos ejercen una presión momentánea sobre los nervios y los vasos sanguíneos circundantes. Este tipo de presión generalmente se tolera sin consecuencias negativas, ya que es dinámica, variable y temporal. Una vez que el cuello vuelve a su posición neutral, las compresiones cesan.
Por el contrario, si la postura cervical en reposo se desvía permanentemente del ideal, las compresiones se vuelven constantes y acaban alterando el flujo de los líquidos corporales y las señales nerviosas (trastornos vagales). Ante esta nueva condición, el cuerpo trata de adaptarse y establecer un nuevo equilibrio. Sin embargo, este proceso de adaptación puede tener diversas consecuencias, a menudo negativas, en el equilibrio y funcionamiento general del cuerpo.
Si el proceso de pérdida de la lordosis cervical se prolonga durante mucho tiempo sin intervenir de manera adecuada para corregirla, es muy probable que se desarrolle una columna cervical verticalizada o incluso invertida.
Estas son algunas de las consecuencias:
La pérdida de la lordosis cervical se establece como resultado de un desequilibrio entre las cadenas musculares anteriores y posteriores de la columna vertebral, a veces acompañado por una laxitud de los ligamentos de algunos segmentos de la columna. La pérdida de la lordosis es a menudo el resultado adaptativo de un desalineamiento, un desequilibrio o un daño en la parte superior o inferior de la columna vertebral. La columna cervical está inextricablemente vinculada al movimiento de la parte dorsal y lumbar y viceversa. Esto significa que cualquier alteración o desequilibrio en una de estas áreas puede influir directamente en las demás. Por ejemplo, un problema en la zona lumbar puede causar una reacción en cadena ascendente que lleva a un cambio en la curvatura cervical, y dependencias similares pueden ocurrir en otras direcciones.
La causa de la rectificación del cuello puede ser multifactorial, es decir, pueden estar presentes varios factores desencadenantes o agravantes al mismo tiempo. Estos deben examinarse individualmente y, si están presentes, deben corregirse antes de poder recuperar la curvatura fisiológica de la columna cervical.
Como puedes ver en las siguientes animaciones, cuando la cervical está rectificada, el Atlante está constantemente demasiado adelante, en una posición que solo asumiría cuando inclinamos la cabeza hacia adelante, tirando la barbilla hacia el pecho. Esta es una posición transitoria que se vuelve permanente. Este estado provoca una presión anormal y constante sobre las estructuras internas del cuello.
Si simultáneamente también están presentes problemas mandibulares, como una mordida profunda y por lo tanto una mandíbula retraída, la situación se agrava aún más debido a la presión ejercida posteriormente por el cóndilo mandibular, que comprime la articulación temporomandibular. A largo plazo, la articulación se degenera, sin contar los daños que provoca a las estructuras circundantes.
La altura de los dientes (dimensión vertical de la oclusión dental) determina la posición espacial de la mandíbula con respecto al cráneo, por lo tanto, para modificar de manera estable la posición retraída de la mandíbula, es crucial restablecer una oclusión dental correcta, asegurando que las alturas de los arcos dentales sean adecuadas. Los tratamientos enfocados exclusivamente en los músculos, pueden ofrecer solo un alivio sintomático y temporal. Sin un ajuste de la oclusión y de las alturas de los arcos dentales, el problema tiende a persistir.
Se distinguen 2 condiciones por las cuales esto sucede:
Los casos de pérdida de la lordosis cervical están aumentando significativamente, sugiriendo que en los últimos años se han establecido nuevas prácticas posturales dañinas.
Hoy en día, se ha vuelto normal pasar muchas horas frente a pantallas de computadoras portátiles y teléfonos inteligentes. Esta práctica se ha vuelto tan común, que se ha convertido en la principal responsable del aumento de los casos de rectificación cervical y de una amplia serie de otros problemas médicos asociados. La larga exposición a estos dispositivos a menudo fomenta una postura incorrecta, con el cuello inclinado hacia adelante y hacia abajo por períodos prolongados, contribuyendo a la pérdida de la curvatura natural del cuello y a consecuencias negativas para la salud general.
El término "cuello tecnológico" describe los daños que pueden surgir a nivel del cuello, la columna vertebral y la postura general debido a mirar una pantalla de manera prolongada, manteniendo el cuello inclinado hacia adelante.
No solo la agudeza visual puede deteriorarse significativamente, en beneficio de los vendedores de gafas y lentes de contacto que han asistido a una expansión de su mercado, sino también el ajuste cervical sufre consecuencias debido a mantener el cuello inclinado hacia adelante y hacia abajo durante muchas horas al día.
La miopía resultante y otros defectos visuales agravan aún más la situación, creando un círculo vicioso: los defectos visuales inducen a compensar, inclinando y acercando la cabeza a la pantalla para ver mejor, modificando la postura de manera aún más desfavorable.
Aunque un uso moderado de computadoras y teléfonos celulares no necesariamente causa efectos negativos, siempre y cuando se mantenga una buena postura durante su uso. El efecto acumulativo de pasar muchas horas sentado frente a una pantalla, día tras día, puede ser realmente perjudicial y aumentar la probabilidad de perder la curvatura correcta de la columna cervical. La reciente tendencia hacia el teletrabajo o trabajo a distancia, ha exacerbado aún más el problema, ya que muchas personas pasan aún más tiempo sentadas e inclinadas sobre sus dispositivos en entornos domésticos, a menudo menos ergonómicos en comparación con las oficinas tradicionales.
Si no puedes prescindir de mirar la pantalla durante muchas horas al día, es importante adoptar medidas para minimizar el impacto negativo en la postura. Es recomendable colocar la pantalla a la altura de los ojos, evitando inclinar el cuello y la cabeza hacia adelante. Trabajar en una computadora portátil apoyada en una mesa, obliga al cuello a mantener una posición no óptima. Idealmente, deberías usar un monitor externo de tamaño adecuado, colocado a una altura y distancia tales que permitan una postura erguida y relajada. Intenta también minimizar las actividades realizadas en el teléfono celular.
Acostúmbrate a mantener el smartphone a la altura de los ojos en lugar de inclinar la cabeza para mirarlo. Cuando trabajes en la computadora, coloca la parte inferior del monitor a la altura de los ojos o más alto. Si usas una computadora portátil, puedes invertir en un teclado inalámbrico o conectar un segundo monitor para evitar tener que bajar la mirada.
Un teléfono móvil, una tableta o una laptop sin un monitor externo adecuado, están bien para un uso esporádico durante el día pero no ciertamente para trabajar o, peor aún, para jugar muchas horas al día. Después de algunos años de postura insalubre, con la cabeza inclinada constantemente hacia abajo, tanto la vista como el cuello sufrirán inevitablemente graves consecuencias.
Si piensas ahorrar, optando por pantallas diminutas y de bajo costo, no aptas para ser usadas durante muchas horas, considera cuánto tendrás que gastar para tu salud cuando tu cuello se haya degenerado, convirtiéndose en fuente de preocupación y de dolor crónico.
Esta es de hecho la dura realidad de hoy:
Un estilo de vida sedentario está en contraste con la naturaleza misma de la columna vertebral. Pasar largos períodos de tiempo sin moverse, endurece el aparato musculoesquelético. Esta rigidez causa dolor muscular, interfiere con una buena circulación sanguínea y aumenta la predisposición a las lesiones.
Si tienes un trabajo de oficina, que requiere pasar largos períodos de tiempo sentado y con la mirada dirigida a un monitor, es muy importante intercalar pausas para levantarte, moverte, hacer estiramientos. La actividad física regular fuera del trabajo es igualmente importante para mantener el cuerpo activo y flexible, mejorando la salud y el bienestar general.
Tu salud futura depende fuertemente de estas sencillas pero fundamentales costumbres. En línea puedes encontrar innumerables videos con ejercicios de estiramiento de oficina.
Entre los jóvenes, los problemas de columna vertebral se están volviendo cada vez más endémicos. En lugar de participar en actividades al aire libre, muchos pasan su tiempo frente a una pantalla, una situación que impide el desarrollo armónico del cuerpo y los músculos a través del ejercicio físico saludable.
Esta tendencia contribuye de manera decisiva a la debilidad tanto física como mental. Estamos creando una generación de desganados afligidos por serios problemas de salud. Si a esto le añadimos una dieta pobre basada en azúcares y bebidas energéticas, debemos prepararnos para tener una generación de zombis sin arte ni parte. ¿Qué están haciendo los padres para impedirlo?
Aunque una pérdida temporal de la lordosis cervical puede tolerarse sin consecuencias inmediatas, los efectos a largo plazo de esta condición pueden tener un impacto perjudicial en todo el sistema musculoesquelético, incluidos los discos intervertebrales. Vivir durante largos períodos con una curvatura del cuello aplanada o incluso invertida, conduce a cambios en la forma y adaptación de los ligamentos, las vértebras y los discos intervertebrales. Estas estructuras poseen cierta plasticidad, lo que significa que, si están sometidas a una carga constante con el tiempo, pueden cambiar su estructura y deformarse.
Los músculos tienen la capacidad de contraerse o elongarse para luego volver a su forma original sin sufrir cambios significativos o daños permanentes. Sin embargo, cuando son los ligamentos y los discos intervertebrales los que experimentan cambios de forma y constitución, el tiempo y el esfuerzo necesarios para su reacondicionamiento aumentan considerablemente. Por esta razón, generalmente es más fácil restaurar la lordosis cervical en un individuo joven, que no ha vivido años con una postura incorrecta.
Los discos de la columna vertebral requieren movimiento regular para mantenerse saludables. Cuando la curvatura del cuello se altera, también se modifica el movimiento de los segmentos espinales individuales. Esto lleva a los discos a sufrir una presión anormal constante, causando su progresiva pérdida de volumen. Como consecuencia, algunos segmentos de la columna vertebral dejan de moverse correctamente, mientras que otros comienzan a moverse excesivamente, comprometiendo la estabilidad de la articulación. Este desequilibrio, junto con un aumento de la carga y una reducción de la movilidad, puede acelerar el proceso de degeneración de los discos.
La columna vertebral es más débil y delicada cuando pierde las curvas que le confieren resistencia y flexibilidad. Las personas que han perdido la lordosis fisiológica del cuello tienen una mayor probabilidad de sufrir lesiones graves en situaciones traumáticas, como accidentes automovilísticos, caídas desde alturas considerables o golpes en la cabeza con objetos pesados. En estos escenarios, una columna vertebral sin sus curvas naturales no es tan eficaz para redistribuir eficientemente las fuerzas mecánicas, haciendo al individuo más susceptible a daños.
La curvatura fisiológica de la columna cervical juega un papel crucial en el mantenimiento de la integridad estructural y funcional del cuello. La pérdida de esta curvatura puede significar que las cargas mecánicas sobre las facetas articulares y los discos intervertebrales intermedios aumenten de 5 a 10 veces respecto a la norma. Tal incremento de la carga por unidad de superficie en estas estructuras puede acelerar su deterioro, llevando a la degeneración de la columna cervical. Este proceso degenerativo causa una variedad de síntomas incapacitantes que a menudo no se asocian directamente con la falta de curvatura cervical. Comprender este mecanismo subraya la importancia de la prevención para preservar la salud de la columna vertebral.
Cuando la curvatura natural del cuello, que ayuda a distribuir uniformemente el peso de la cabeza, se reduce o se pierde, los músculos del cuello y los hombros deben hacer un esfuerzo mayor para sostener la cabeza. Este sobreesfuerzo puede llevar, a su vez, a tensión muscular y dolor, con la posibilidad de desarrollar contracturas musculares crónicas. Las contracturas no solo provocan dolor y limitación del movimiento, sino que también pueden aumentar la presión sobre los discos intervertebrales. Esta presión adicional acelera el proceso de degeneración de los discos, contribuyendo a un ciclo de dolor y deterioro de la columna vertebral que puede influir significativamente en la calidad de vida.
Cuando un disco intervertebral se rompe como resultado de una fase prolongada de degeneración, provocada por fuerzas de compresión constantes y desiguales, el disco puede protruir en el área del canal espinal por donde salen los nervios, causando dolor y entumecimiento que se irradia hacia los brazos o, respectivamente, hacia las piernas en caso de hernias discales lumbares.
Aunque hay una creencia generalizada de que las causas de una protrusión o hernia del disco cervical se deben al levantamiento de pesos o a actividades laborales pesadas, vivir años con una columna vertebral rectificada es mucho más decisivo.
Si comparáramos las vértebras con dos rebanadas de pan y el disco intervertebral que las separa con mayonesa, ejerciendo presión excesiva sobre el sándwich, la mayonesa terminaría en la ropa. La medicina, de manera miope, se limitaría a culpar a la mayonesa por las manchas en la ropa, en lugar de reconocer la presión excesiva como la verdadera causa. Este paradigma ilustra cómo, a menudo, lo que es realmente víctima de las circunstancias se percibe como el culpable.
El concepto a menudo subestimado y difícil de captar para muchos es el siguiente: una postura ideal comprometida y el resultante desequilibrio permanente llevan a algunas huesos del esqueleto a posicionarse estáticamente de manera inapropiada. Este desalineamiento no solo impide que los huesos se muevan correctamente desde un punto de vista dinámico, sino que también causa una presión constante sobre los tejidos blandos circundantes. Además, las cadenas musculares desequilibradas se endurecen y se vuelven hipertónicas, ejerciendo a su vez presiones anormales y continuas sobre los tejidos adyacentes, incluidos nervios, vasos linfáticos y vasos sanguíneos. Esta situación da lugar a un ciclo vicioso de disfunciones que se alimentan mutuamente, agravando el cuadro clínico.
Donde antes había suficiente espacio para la coexistencia armónica de las varias componentes anatómicas, ahora algunas estructuras se encuentran confinadas en áreas restringidas, situación particularmente crítica para los tejidos más delicados como nervios y vasos sanguíneos. El flujo normal de varios líquidos corporales se ralentiza, con todas las consecuencias que puedas imaginar. En esta condición, el cuerpo ciertamente no puede funcionar correctamente y por lo tanto desarrolla síntomas y trastornos. La solución más racional y efectiva consiste en intervenir para restaurar los espacios adecuados, recuperando una postura más cercana a la ideal y minimizando las contracturas musculares.
En esencia el problema es conceptualmente simple: se trata de restaurar el orden, asegurando que cada elemento esté en el lugar que le corresponde. En el cuerpo humano, como en los aspectos de la vida, las dificultades surgen en el momento en que un elemento intenta invadir el espacio que pertenece a otro. Esto representa el INICIO del problema, y es también el punto que debe ser corregido. Sin embargo, a menudo la atención se centra en el DESPUÉS, es decir, se intenta mitigar los efectos en lugar de enfrentar la causa original, es decir, el ANTES. La situación inicial, en la que comienza la invasión del espacio vital, se pasa por alto, a pesar de ser el momento crucial del que todo deriva.
Por lo tanto, abordar el problema desde la raíz se convierte en algo esencial; sin esto, una solución definitiva permanece fuera de alcance. No debería sorprendernos si el cuerpo comienza a funcionar mal cuando sus vías de suministro están comprimidas en varios puntos y las señales nerviosas están alteradas. La verdadera sorpresa está en ver cómo algunos cuerpos aún logran funcionar razonablemente bien, a pesar de estas condiciones adversas. Esta capacidad de adaptación refleja la resiliencia del cuerpo humano, pero también subraya la importancia de identificar y corregir las causas primarias de los trastornos, en lugar de limitarse a tratar los síntomas que resultan. La prevención se descuida con demasiada frecuencia, se intenta correr a reparar cuando ya es demasiado tarde.
La metáfora del pie en la manguera ilustra efectivamente el concepto de impedimento al funcionamiento correcto de un sistema debido a un obstáculo persistente. Si constantemente mantienes el pie en la manguera mientras riegas el jardín, no te sorprendas si tu jardín se seca. De manera similar, muchas personas no se dan cuenta de que una alteración en la postura limita su "circulación" vital, ya sea representada por el flujo sanguíneo, la transmisión nerviosa, o por otros procesos fisiológicos esenciales. En lugar de identificar y remover el obstáculo - o sea, "quitar el pie de la manguera" - se dedican a explorar y aplicar soluciones a menudo inadecuadas sugeridas por los médicos, que no solo fallan en resolver el problema, sino que contribuyen a agravar aún más la situación. Esta analogía subraya la importancia de un entendimiento profundo de las causas reales de los problemas de salud y la necesidad de enfoques terapéuticos que se enfoquen en la raíz del trastorno en lugar de simplemente manejar los síntomas.
Una condición aún más grave que el cuello excesivamente recto es el cuello con la curvatura invertida. Es importante entender que los síntomas pueden intensificarse durante el proceso de resolución de una curvatura invertida. Esto puede llevar a creer erróneamente que la situación está empeorando, incitando a suspender las medidas adoptadas para corregir la inversión de la curvatura cervical. Este fenómeno ocurre porque la columna cervical debe pasar por una fase crítica en la que se rectifica, antes de poder curvarse de nuevo hacia adelante y recuperar su curva fisiológica natural. Durante la fase de rectificación, la columna está más extendida y, por lo tanto, sujeta a mayor tensión.
En el proceso de corrección de un cuello con curvatura invertida, es inevitable atravesar esta fase intermedia. Esto es similar a lo que sucede en un motor de combustión interna, donde el pistón debe alcanzar el punto muerto superior para que la biela pueda luego descender por el otro lado del cigüeñal.
Un cuello recto es "más largo" en comparación con el mismo cuello con una lordosis normal. Puedes probarlo tú mismo. Toma un trozo de hilo y tensa con los dedos. Si acercas las manos, el hilo se dobla y la distancia se reduce. Si alejas las manos, el hilo se estira y las manos se separan. Lo mismo ocurre con el cuello cuando la columna cervical está rectificada. Cuando el cuello es más largo, el cerebro sufre una tensión constante hacia abajo, y los vasos y nervios están sometidos a la misma tensión continua. No tengo conocimiento de que este factor sea considerado por los médicos, aunque este fenómeno forma parte de la mecánica básica. Podría suponerse que el síndrome de Arnold-Chiari (el cerebelo se hunde en el canal espinal) y el síndrome de Eagle (alargamiento/calcificación del proceso estilohioideo) podrían ser una de las consecuencias o al menos verse agravadas por la rectificación espinal cervical.
En el ámbito médico, se tiende a observar pasivamente la rectificación cervical, en lugar de intervenir eficazmente en sus etapas iniciales, hasta que es irremediablemente demasiado tarde. Aparte del diagnóstico y los esfuerzos para mitigar los síntomas relacionados, rara vez se adoptan medidas concretas capaces de restaurar la lordosis fisiológica. Tampoco se comunica que la falta de intervención en la restauración de la lordosis conduce a una degeneración irreversible de las estructuras del cuello. Este silencio podría derivar de la ausencia, en el ámbito médico, de soluciones capaces de corregir de alguna manera la columna cervical recta o la posición de la vértebra Atlas, dado que obviamente no existen medicamentos para resolver condiciones mecánicas. En consecuencia, el problema tiende a ser IGNORADO.
Puede que escuches que la rectificación cervical es común y no representa motivo de preocupación. La solución propuesta podría limitarse a la administración de un antiinflamatorio para aliviar la molestia, un analgésico para el dolor de cabeza si está presente, y quizás otro medicamento para el vértigo, procediendo así para todos los demás síntomas asociados con la rectificación cervical. Podrían prescribirte fisioterapia, aunque nunca se ha visto que la curva fisiológica cervical regrese después de esta práctica. Quizás te sugieran hacer deporte y tratar de manejar el estrés, un consejo que puede resultar vago y difícil de aplicar. No es raro que los síntomas se atribuyan a factores psicológicos o ansiedad, especialmente cuando no se encuentra una explicación o una solución clara a los problemas presentados, como es habitual cada vez que no saben cómo justificar sus completos fracasos en resolver realmente un problema. Este enfoque es similar a decir que, si la alineación de las ruedas del auto no es correcta, puedes seguir conduciendo sin preocuparte demasiado por el desgaste asimétrico y prematuro de los neumáticos, sugiriendo una cierta resignación a la situación. Esta percepción puede derivar de un sentido de frustración por la falta de opciones terapéuticas resolutivas incluidas en su formación.
¿Y qué hay de la publicidad engañosa que solo se permite en Italia? La publicidad de un conocido medicamento dice: "El dolor de cabeza por cervical proviene de una inflamación del aparato musculoesquelético que causa dolor persistente desde el cuello hasta la cabeza". La culpa de todo se atribuye a la inflamación, que en realidad es solo la CONSECUENCIA del problema y no ciertamente la CAUSA. De hecho, si la publicidad revelara la verdadera origen del problema y sugiriera un método para resolverlo de manera definitiva, podría no ser tan efectiva en promover la venta del medicamento. Esto plantea cuestiones importantes sobre el papel de la publicidad en el sector sanitario y sobre la información proporcionada a los consumidores respecto a sus condiciones y las opciones de tratamiento disponibles. En Suiza, por ejemplo, la publicidad de medicamentos está prohibida.
Para muchos trastornos, incluida la rectificación cervical, la medicina ignora las causas y no dispone de una verdadera solución. Al final, cuando la cervical esté irreparablemente comprometida, el médico sugerirá una cirugía. Si eres sabio, comprenderás que deberías hacer algo cuanto antes en caso de que tu cuello esté rectificado, recurriendo a quienes tienen VERDADERAS soluciones, sin esperar a que sea demasiado tarde, haciendo caso omiso a las tranquilizadoras pero dañinas aseguranzas del médico y a las publicidades engañosas. Este consejo es válido también para otros trastornos que puedas tener.
Hay un dicho que reza "Cuando la única herramienta que tienes es un martillo, cada problema parece un clavo". En el contexto de la cirugía, este martillo se transforma en el bisturí utilizado para extirpar lo que se considera superfluo y se presume la causa de tu problema. Luego están algunos "personajes", especialmente en el extranjero, que han desarrollado la estrafalaria idea de aliviar la presión ejercida por una alineación incorrecta cervical o mandibular, removiendo partes de hueso para hacer más espacio, como por ejemplo el proceso estilohioideo, o las partes salientes de las vértebras desalineadas, en lugar de simplemente restaurar una alineación cervical correcta.
La problemática de un cuello que se ha vuelto demasiado recto, el omnipresente desalineamiento de C1, C2 y la mandíbula retraída, son ignorados o subestimados. Usar el bisturí resulta mucho más rentable. Ya es ampliamente sabido cómo el cincel se usa a menudo de manera inapropiada con el ignoble objetivo de generar ingresos. Estudiar e informarse adecuadamente en el campo de la salud se ha convertido en un acto de legítima defensa. Esta es también la razón por la que en este sitio nos esforzamos en explicar detalladamente los diversos temas. La verdadera comprensión evita ser engañados.
Un fisioterapeuta puede adoptar varios enfoques para tratar de aliviar el dolor de una columna cervical rectificada:
Terapia manual: el fisioterapeuta puede utilizar técnicas para estirar y relajar los músculos del cuello y la espalda. Esto puede ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
Movilización articular: se utiliza para mejorar la movilidad articular. El fisioterapeuta aplica una fuerza controlada y gradual para mover las articulaciones de la columna cervical a su posición natural.
Manipulación espinal: implica la aplicación de un impulso rápido y preciso (thrust) para "desbloquear" las articulaciones de la columna cervical. Puede aliviar el dolor y la rigidez, pero se utiliza solo en casos seleccionados y después de una evaluación cuidadosa por parte del terapeuta. Las manipulaciones tienen cierto riesgo.
Masaje con instrumentos: utiliza dispositivos para masajear los tejidos, reducir las contracturas y mejorar la circulación sanguínea.
Terapia miofascial: implica la aplicación de presión dirigida sobre los puntos gatillo musculares para aliviar el dolor y la rigidez. La terapia miofascial puede usarse en combinación con otras técnicas de terapia manual.
Ejercicios de estiramiento: el terapeuta puede prescribir ejercicios de estiramiento específicos para los músculos del cuello y la espalda, para mejorar la flexibilidad y movilidad. Uno de los ejercicios más comunes consiste en inclinar suavemente la cabeza hacia un lado y mantener la posición por aproximadamente 20 segundos, luego repetir del otro lado. Otro ejercicio implica inclinar la cabeza hacia atrás y mantener esta posición por algunos segundos, luego bajar lentamente la cabeza.
Ejercicios de fortalecimiento: son utilizados por fisioterapeutas para fortalecer los músculos del cuello y la espalda, prevenir más daños en la columna cervical y mejorar la postura. Es importante que los ejercicios se realicen correctamente para evitar más daños en la columna cervical. El fisioterapeuta puede proporcionar instrucciones detalladas sobre los movimientos y la frecuencia de los ejercicios, dependiendo de las necesidades del paciente.
Estimulación eléctrica: se utiliza un dispositivo que envía impulsos eléctricos a los músculos para producir una contracción muscular rítmica involuntaria. Puede utilizarse para fortalecer los músculos débiles del cuello y la espalda y mejorar la postura.
Tecarterapia: utiliza energía de radiofrecuencia para calentar los tejidos profundos y estimular el proceso natural de curación del cuerpo, aumentando la circulación sanguínea local. Puede utilizarse para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la curación de los tejidos dañados.
Terapia de ultrasonido: utiliza ultrasonidos de alta frecuencia para estimular los tejidos profundos y mejorar la circulación sanguínea. Los ultrasonidos pueden utilizarse para reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la flexibilidad muscular.
Laserterapia: esta técnica utiliza un rayo láser para reducir la inflamación y promover la curación de los tejidos dañados. Puede utilizarse para reducir el dolor.
Terapia de calor y frío: el fisioterapeuta puede utilizar calor o frío para aliviar el dolor y reducir la rigidez. Considere también el uso de la sauna.
¿Qué tienen en común todas estas terapias aplicadas por fisioterapeutas? Que actúan a nivel sintomático en lugar de abordar las causas que mantienen el cuello en una posición incorrecta. Aunque estos tratamientos pueden ser agradables y son un excelente complemento para mitigar los síntomas, es improbable que por sí solos logren restaurar una sana lordosis cervical, aunque un alivio temporal del dolor podría hacerte pensar que estás en el camino correcto. Aunque estos enfoques son decididamente mejores en comparación con la toma de medicamentos, si los síntomas persisten, recuerda releer esta página.
Al investigar en la dirección de la CCSVI, o insuficiencia venosa crónica cerebroespinal, no se debe cometer el error de atribuir todas las estenosis a la malformación de las venas, sino considerar el problema desde una perspectiva más amplia.
El primer paso esencial es verificar adecuadamente la alineación de las primeras dos vértebras cervicales. ¿Está el cuello rectificado y por lo tanto demasiado hacia adelante? ¿Está la mandíbula desviada o retraída? ¿Cómo está el estado de la musculatura cervical? ¿Los músculos esternocleidomastoideo y escalenos están engrosados e indurados? Estas son preguntas muy importantes que pocos se hacen.
¿Sabías que las imágenes de angiografías y resonancias con medio de contraste pueden inducir a error? Las venas, en su recorrido, siguiendo trayectorias tortuosas, hacen curvas, y dependiendo del ángulo y del plano de observación, en las imágenes adquiridas podrías ver estrechamientos que en realidad no existen o son irrelevantes, correspondientes simplemente al cambio de dirección en el trayecto del vaso sanguíneo.
En una luz crítica, también podría emerger que un médico/radiólogo, por falta de experiencia específica o en algunos casos, por intenciones menos nobles, pueda presentar los resultados de las imágenes de manera que favorezcan una determinada interpretación, simplemente modificando los ejes de observación o en el caso de una tomografía computarizada (TC), ajustando el umbral de distinción entre tejido blando y óseo para obtener una visualización que sostenga un cierto diagnóstico o necesidad de intervención.
Este riesgo es particularmente significativo en la interpretación de las resonancias magnéticas o cuando el médico que presenta las imágenes tiene un interés directo en realizar una intervención quirúrgica.
Se recomienda encarecidamente solicitar siempre una segunda opinión independiente cuando se trata de interpretar imágenes diagnósticas. Esto significa hacer que las imágenes sean analizadas por un radiólogo que no tenga lazos profesionales o personales con el primer especialista consultado y que no esté al tanto de los informes anteriores. Este enfoque garantiza una evaluación objetiva e imparcial de los resultados, minimizando el riesgo de diagnósticos influenciados por interpretaciones subjetivas o posibles conflictos de interés. Una segunda opinión puede ofrecer una perspectiva diferente, confirmar el diagnóstico inicial o sugerir alternativas diagnósticas o terapéuticas.
Tras un accidente con latigazo cervical que ha provocado el estiramiento de la cápsula articular y/o de los ligamentos, la articulación cervical afectada puede volverse excesivamente laxa o inestable, es decir, las vértebras involucradas pueden moverse excesivamente una respecto a la otra, haciendo que la articulación sea inestable durante el movimiento. Esta circunstancia provoca compresiones anormales variables de las estructuras adyacentes. Además, las alineaciones cervicales no adecuadas, que persisten durante mucho tiempo, pueden inducir una adaptación y elongación de los ligamentos y las cápsulas articulares, contribuyendo aún más a la inestabilidad de la articulación.
Puedes profundizar el tema leyendo aquí: inestabilidad cervical
Cuando la rectificación ha estado presente durante mucho tiempo, quizás inicialmente de manera silenciosa, la esperanza de poder resolverla rápidamente y sin esfuerzo de tu parte debe abandonarse en la mayoría de los casos. No es suficiente confiar en un solo tipo de tratamiento; más bien, se necesita un enfoque que incluya diversas acciones, realizadas en la secuencia correcta y con el gradiente adecuado.
Hacerlo de otra manera lleva inevitablemente al fracaso o incluso al aumento de los síntomas. Dado que un cuello rectificado tiende a ser particularmente sensible con músculos hipertensos e endurecidos, es crucial adoptar medidas con la debida gradualidad para no exacerbar aún más una situación ya delicada.
Postergar y descuidar el problema, sin intervenir temprana y efectivamente, conduce a una degeneración progresiva e inexorable de la columna vertebral, alejando cada vez más la esperanza de una solución, hasta alcanzar el punto de no retorno, donde la cirugía se convierte en la única opción, con todas las consecuencias negativas, los costos, los sufrimientos y las posibles complicaciones que esto implica.
Podemos afirmar que las terapias sintomáticas, habitualmente sugeridas por los médicos, actúan como paliativos. Aunque los medicamentos pueden enmascarar temporalmente la molestia, el problema mecánico subyacente tiende a agravarse progresivamente, llevando a un aumento de los síntomas. Esto induce al médico a prescribir medicamentos de mayor potencia, en un intento de manejar los síntomas cada vez más invasivos. La causa mecánica subyacente continúa siendo ignorada.
Procrastinar cuando tienes un cuello demasiado recto es realmente poco sabio, al igual que descuidar tus dientes. Si piensas que estás ahorrando, terminarás enfrentándote a un problema mucho más grave, que se ha vuelto irresoluble y está acompañado de dolor crónico. ¿Vale la pena posponer en lugar de actuar de manera efectiva y resolutiva?
Antes de descubrir los pasos para restaurar la correcta lordosis del cuello, es importante entender cuáles son las actitudes que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Si existe una inestabilidad cervical real y correctamente identificada, este se convierte en el primer problema a abordar y resolver. La proloterapia puede ayudarte en este sentido. De lo contrario, cualquier otra solución está destinada a fracasar, lo que lleva a una pérdida de tiempo, recursos económicos y potencialmente agravando el problema. Si la inestabilidad involucra a C1 y C2, las primeras dos vértebras cervicales, no se recomienda proceder con la corrección del Atlas sin antes haber resuelto la inestabilidad.
Si tienes problemas mandibulares y estos no son REALMENTE resueltos, las recurrencias están aseguradas. Muchos intentarán convencerte de que has resuelto tu problema oclusal, incluso cuando no es así. Haz la prueba tú mismo frente al espejo.
Los ejercicios mencionados en los puntos 5 o 6 pueden realizarse en paralelo con las acciones indicadas en los puntos 2-3-4. Es importante prestar atención a no exagerar con la intensidad de los ejercicios, sino más bien aumentarla de manera gradual. Un enfoque demasiado intenso en el entrenamiento puede llevar a un empeoramiento de los síntomas y por lo tanto conducir al desánimo. Mantener el gradiente correcto en la intensidad de los ejercicios es fundamental para garantizar un progreso constante sin sobrecargar el cuello.
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Nos gustaría señalar que las causas de los trastornos enumerados también pueden ser otras que la posición incorrecta para dormir.
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