La correcta actitud mental
¿Por qué después de someterse al mismo tratamiento una persona se cura y otra no?
La actitud o disposición mental juega un papel fundamental en el resultado de cualquier proceso de curación.
- Si estás convencido de que te enfermarás, lo más probable es que realmente te enfermes.
- Si crees firmemente en la curación, es muy probable que recuperes la salud.
Lo que TÚ consideras como realidad, de alguna manera lo harás REAL.
En la práctica, este principio se enfrenta a las "contraintenciones" provenientes del entorno o de las personas a tu alrededor, que pueden obstaculizar la realización de tus propósitos y la concreción de tu realidad. Dentro de tu ser, estas contraintenciones externas no existen, por lo que eres capaz de hacer realidad aquello que consideras que debe suceder, a menos que tú mismo contradigas tu pensamiento inmediatamente después de formularlo.
Esta dinámica del "saber que tienes razón" puede llevar a dos extremos: causar desastres o generar eventos que pueden parecer milagros.
¿Qué significa todo esto?
Tus pensamientos activan mecanismos físicos que pueden transformarlos en realidad, tanto para bien como para mal.
El cuerpo humano es capaz de producir por sí solo sustancias orgánicas que favorecen la curación o la enfermedad, dependiendo de tu pensamiento. Sin embargo, la medicina tradicional tiende a ignorar estos fenómenos, ya que contradicen sus dogmas y paradigmas (ver enlace abajo).
En apoyo a esto, existen diversos experimentos interesantes, algunos de los cuales han sido investigados científicamente por la física cuántica y que ponen completamente en crisis las leyes físicas actuales consideradas universales.
La medicina convencional no profundiza en estos temas, a menudo por conveniencia: el sistema se beneficia de mantenerte enfermo y desinformado sobre estos mecanismos. Los médicos suelen atribuirse el mérito de curaciones que en realidad han sido autoinducidas por los propios pacientes, adjudicándolas erróneamente a los medicamentos recetados.
Si estás firmemente seguro de que algo te hará bien, probablemente será así. Por el contrario, si crees que te hará daño, es muy probable que ocurra.
El primer fenómeno se llama efecto placebo, mientras que el segundo, efecto nocebo. Estudios científicos cuantifican una eficacia de ambos fenómenos del 30 % y 50 % respectivamente. Esto significa que si estás convencido de que algo te hará daño, entonces tendrás un 50 % de probabilidad de que esto suceda realmente.
Una actitud mental negativa puede sabotear las funciones del cuerpo, llegando en casos extremos a causar la muerte. No faltan ejemplos de muertes causadas por el dolor emocional.
Un ejemplo concreto de efecto nocebo ocurrió en Zúrich en 2012, cuando en una sucursal de correos se rompió un sobre que contenía un polvo blanco, desatando el pánico por un supuesto ataque de ántrax.
Como resultado, 34 empleados fueron trasladados a urgencias y hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos, mostrando síntomas típicos de envenenamiento como dolor de cabeza repentino, tos, vómitos e irritación de las vías respiratorias.
Después de realizar los análisis químicos pertinentes, que lamentablemente requieren tiempo, se descubrió que solo se trataba de harina común. Este relato debería ayudarte a comprender de lo que es capaz nuestra mente.
Aquí encuentras el artículo relacionado en alemán: ARTÍCULO DE PERIÓDICO.
Otros experimentos científicos muy interesantes sobre el tema los encuentras aquí: Descargar libro.
Pensar positivo no es suficiente
Si ahora crees que basta con tener pensamientos positivos para lograr curarte, es importante corregir esta creencia. No es suficiente tener pensamientos positivos: se necesita certeza y consciencia completa. Debes saber con absoluta convicción que algo ocurrirá, una diferencia sutil pero fundamental con respecto a simplemente creer.
La certeza se sitúa en un plano mucho más elevado que simplemente creer que es así.
Para entenderlo mejor, considera este ejemplo: ¿tú CREES en la fuerza de la gravedad o SABES que realmente existe? ¿CREES que mañana saldrá el sol o SABES con absoluta certeza que eso ocurrirá, habiendo observado este fenómeno todos los días de tu vida? ¿Entiendes la diferencia?
Si estás seguro de que estar cerca de una persona con gripe te contagiará, es probable que eso ocurra. Sabotearás tu sistema inmunológico hasta el punto de hacer real tu expectativa, dándote luego la oportunidad de decir: "¡lo sabía, me contagiaría al estar cerca!". Por el contrario, si SABES que estar cerca de un enfermo no tendrá ningún efecto sobre ti, entonces probablemente permanecerás saludable.
La determinación de tener razón puede ser tan fuerte que prevalece incluso sobre la vida misma. Pensemos en las personas que mueren por un ideal o en el intento de realizar sus pensamientos.
Este fenómeno se hace evidente en las madres de familia: todos en casa están enfermos menos ella. Ella sabe que no puede permitirse caer enferma, ya que, de lo contrario, ¿quién cuidaría de su familia? También los médicos en los hospitales, aunque están constantemente en contacto con pacientes infecciosos, generalmente no se enferman. Lo mismo ocurre con los gerentes que llevan adelante la empresa: no pueden permitirse enfermarse y, por lo tanto, no se enferman. No conciben la enfermedad como una opción válida y esta, en respuesta, no se presenta.
La necesidad activa mecanismos de defensa inmunitaria que les impiden enfermarse.
El mismo principio se aplica también al contrario. Si estás convencido de que un determinado hábito te enfermará, lo más probable es que te enfermes. Es dañina la frase fumar mata en los paquetes de cigarrillos: al leerla en cada cigarrillo que enciendes, si el fumador empieza a creer en esa frase, terminará haciéndola realidad. Y antes de morir dirá: "¡lo sabía, me saldría un cáncer!".
Es innegable que fumar es perjudicial para la salud, pero tratar de disuadir a las personas de fumar con estrategias de este tipo, paradójicamente puede hacer que se enfermen aún más.
Quisiera compartir contigo dos curiosidades que quizá no conozcas. ¿Has visto esas campañas antitabaco donde se muestra un pulmón negro impregnado de humo, comparado con un pulmón sano? Un órgano en el estado en que se muestra en esas imágenes, ¡no existe en la realidad!
Ningún patólogo durante una autopsia ha visto pulmones en ese estado. Un pulmón vivo se auto-limpia continuamente y los posibles residuos que puedan encontrarse no son comparables con las imágenes exageradas que te muestran en esas engañosas campañas antitabaco.
Entonces, ¿cómo se obtienen imágenes de este tipo? Es bastante simple: se toma un pulmón MUERTO y se conecta a una máquina que bombea en los pulmones una cantidad de humo equivalente a la inhalada por un fumador durante toda su vida.
¿Crees que se trata de una condición real? Un pulmón VIVO se auto-limpia, no inhala humo las 24 horas del día sin parar y ciertamente no lo inhala todo de una vez. Si tienes dudas al respecto, te sugiero consultar a un patólogo y preguntarle si alguna vez ha visto pulmones en esas condiciones durante una autopsia.
Esas imágenes solo sirven para asustar a los fumadores, haciéndoles creer que tienen pulmones podridos, aunque no sea así. El efecto psicológico de estas imágenes puede resultar a menudo más dañino que el propio tabaco.
Experimentos con ratones
Es comúnmente aceptado que fumar causa cáncer. ¿Cierto? Pero, ¿cómo se llegó a esta conclusión? Colocaron ratones en una jaula, los sometieron a "ahumado" durante meses, y, sin excepción, morían de cáncer. La lógica deducción, según el limitado método científico, fue que fumar causa cáncer.
Pero analicemos lo que realmente ocurre: los ratones a menudo viven en áticos y sótanos, ¿cierto? Si se desata un incendio, las vías de escape estarían inevitablemente bloqueadas, y la muerte sería segura. Por esta razón, los ratones son mucho más sensibles al humo que los humanos. Un ligero olor a humo los hace huir.
HUMO = FUEGO = MUERTE
Si ves ratones huyendo en masa por las escaleras, esto podría ser una señal de un incendio o un terremoto inminente. ¿Qué crees que le pasa a un ratón si lo sometes a humo constante durante meses, 24 horas al día, encerrado en una jaula sin posibilidad de escape?
PÁNICO CRÓNICO = DEBILITAMIENTO DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO = CÁNCER = MUERTE
Por cierto, la mayoría de los ratones de laboratorio, debido a su condición de reclusión, mueren de cáncer. Tienen una esperanza de vida de solo dos años, en comparación con los cinco años de un ratón en libertad.
El mismo experimento se repitió con una especie de ratón que vive bajo tierra, cavando túneles. En el subsuelo, el fuego está ausente, por lo que este tipo de ratón no tiene ninguna programación que identifique el humo como una amenaza. El resultado del experimento fue sorprendente: incluso después de meses de "ahumado", ninguno de estos ratones subterráneos desarrolló cáncer.
La realidad es un poco diferente de lo que te cuentan, ¿no crees?
Volvamos a la corrección del Atlas
Observamos este fenómeno desde hace años en personas tratadas con Atlantomed.
Aquellos que afrontan el tratamiento con una actitud positiva y confianza en sus beneficios tienden a obtener resultados tangibles. Por el contrario, quienes lo enfrentan con escepticismo prejuicioso, motivados solo por el deseo de demostrar su ineficacia o confirmar creencias preexistentes, como la idea sugerida por su médico de que somos charlatanes, rara vez logran mejoras significativas.
Esto no significa que el resultado sea simplemente un efecto placebo, sino que demuestra cuánto puede influir el pensamiento de una persona en el resultado, tanto de manera positiva como negativa. Es un principio que va mucho más allá de este contexto específico y se aplica a muchos otros aspectos de la vida.
En la base de todo siempre está el deseo inconsciente de demostrarse a uno mismo y a los demás que se tiene razón, activando mecanismos que transforman el pensamiento en realidad, incluso cuando esto ocurre en detrimento de la propia salud.
Así que, PRIMERO madura el pensamiento y LUEGO este transforma la realidad de las cosas. Es el pensamiento el que moldea la realidad y no al revés, como muchos creen erróneamente. Este es un concepto demostrado por varios experimentos de física cuántica, incluido el famoso experimento de la doble rendija.
El simple hecho de tomar conciencia de este fenómeno puede cambiar por completo tu vida. Si lees libros de personas de gran éxito, notarás que este concepto es para ellos un principio fundamental e imprescindible.
Admitir que uno está equivocado y cambiar de opinión requiere una gran fuerza mental, una cualidad poco común.
¿Cuál es la diferencia entre un rico y un pobre, entre una persona sana y una enferma, entre alguien que disfruta de la vida y alguien que parece tener problemas constantemente? LA ACTITUD MENTAL, lo que consideras tu realidad.
Puedes culpar a factores externos o a otras personas, pero esto no cambiará ni tu situación ni tu estado. Puedes quejarte de no tener dinero, de no estar sano y de todas las mil cosas negativas que te suceden: ESTO NO CAMBIARÁ TU SITUACIÓN. Lo único que puede hacerlo es un cambio en tu actitud mental, comenzando por dejar de lado los pensamientos negativos.
Si el efecto placebo tiene una eficacia del 30% y el nocebo del 50%, es fácil entender que tienes muchas más probabilidades de enfermarte si crees que estás enfermo, en lugar de sanar si piensas que puedes hacerlo.
¿Qué significa este juego de palabras? Significa que tu pensamiento puede influir en el resultado en un total del 80%. Con un 50% en negativo y un 30% en positivo, la diferencia es realmente significativa. ¿Te parece poco? ¡Un 80% es un porcentaje enorme! Para comparar, un medicamento, para ser aprobado, solo necesita demostrar una eficacia un 10% superior al placebo. Y no olvidemos la práctica, lamentablemente común, de alterar los resultados de los estudios cuando el medicamento no logra alcanzar ese modesto 10%. ¿Lo sabías?
Mientras elijas aferrarte a la trampa de querer demostrarte a ti mismo y a los demás que tienes razón sobre tus pensamientos negativos, no harás más que cavar tu propia tumba.
Tú PUEDES TENER RAZÓN, pero sería mucho más saludable elegir tener razón sobre cosas positivas, en lugar de negativas.
Actitud mental negativa
La mayoría de las personas que, después del tratamiento Atlantomed, afirman no haber obtenido ningún beneficio tienden a compartir una actitud mental negativa.
Mientras tu objetivo siga siendo demostrar que un tratamiento no funciona, tus posibilidades de curación serán drásticamente reducidas.
Por supuesto, hay excepciones que van más allá de la actitud mental: errores técnicos durante el tratamiento, condiciones en las que el Atlas no puede corregirse, situaciones en las que el Atlas no es la causa del problema, o casos en los que la condición del individuo está tan comprometida que cualquier mejora sería imposible, incluso con un milagro. Excluyendo estas circunstancias, los casos restantes suelen mostrar actitudes mentales recurrentes que incluyen:
- nunca me curaré – estoy demasiado mal – no tengo esperanza;
- estoy enfermo y no hay remedio, nadie puede ayudarme o curarme;
- no entiendo nada, son los demás quienes deben ocuparse de mi salud;
- no tengo que hacer nada ni entender nada;
- tengo derecho a recibir todo gratis porque existe la seguridad social;
- estoy convencido de que el tratamiento es un fraude para sacar dinero, si no, sería gratuito;
- si fuera tan efectivo como dicen, todos lo harían.
Como se explicó anteriormente, está científicamente demostrado que una actitud mental negativa puede bloquearte el 80% de las posibilidades de curación. ¡Aun así, el tratamiento Atlantomed es capaz de producir resultados estables en más del 75% de las personas tratadas!
Escuchar demasiado al cuerpo
Otra característica peculiar y muy evidente en las personas que parecen nunca experimentar mejoras es la de escuchar demasiado atentamente a su cuerpo, concentrándose obsesivamente en la parte dolorida. Se sabe que cualquier cosa en la que se centre la atención tiende inevitablemente a crecer en importancia, mientras que lo que se ignora tiende gradualmente a perder relevancia y desaparecer.
Si te enfocas constantemente en el dolor, no harás más que intensificarlo.
Si lo ignoras y lo minimizas, confiando en tu cuerpo y en su capacidad de autocuración, a menudo el dolor desaparecerá por sí solo, tal como vino.
Muchos dolores y problemas físicos persisten en el tiempo, no debido a una condición orgánica subyacente, sino porque son constantemente alimentados por la mente inconsciente y los pensamientos negativos.
Considerando lo mencionado, queda claro que comparar tus molestias o resultados con los de otros no tiene mucho sentido. Quienes afrontan el tratamiento con una actitud positiva tienen mayores probabilidades de experimentar mejoras. Por el contrario, quienes comienzan con una actitud negativa pueden no obtener los resultados esperados.
Si no obtienes los resultados esperados, eso no implica que los miles de testimonios positivos sobre el método Atlantomed sean engañosos o que el tratamiento sea ineficaz. Más bien, podría depender de tu actitud mental, que solo TÚ puedes modificar.
Antes de criticar el tratamiento, pregúntate con qué actitud estás afrontando tu vida y tu salud. Podemos ofrecer el mejor tratamiento posible, pero si tu actitud está orientada al fracaso, las posibilidades de un resultado decepcionante serán altas.
¿Qué dicen de nosotros?
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Escrito por: Alfredo Lerro